PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

domingo, 6 de mayo de 2012

MAYO 6 - DOMINGO V DE PASCUA

PERMANECER EN EL SEÑOR JESÚS

Una mirada atenta a las lecturas proclamadas en este día, hace notar la recurrencia de la palabra PERMANECER, sobre todo en la Segunda del Apóstol san Juan y en el Evangelio del mismo. La repetición de este término sea una motivación para reflexionar sobre su valor, pues en la Escritura la repetición de un vocablo es aviso de importancia.

Jesús usa este verbo dentro de su descripción personal como LA VID VERDADERA, esta imagen de la vid es muy popular entre los israelitas, ella habla de prosperidad, de alegría, de protección: Israel se siente la  Viña elegida por el Señor Dios. Jesús se presenta como la VID, detrás de esta imagen está hablando de un pueblo nuevo, y sobre todo de una misma vida que circula entre Él y quienes se le unen; habla también de extensión por múltiples sitios, la vid se ramifica, extendiéndose ampliamente, así la obra de Jesús se abre a un horizonte eterno.

Pensemos en esta palabra PERMANECER desde tres interrogantes:

POR QUÉ PERMANECER? 

Porque sin Jesús 'NADA PODEMOS HACER' y en sentido positivo 'CON JESÚS LO PODEMOS TODO'. Para quien ha encontrado a Jesús sus proyectos, sus sueños se hacen mucho más vivos, se le descubre como el dador de vida más grande y amplia.

PARA QUÉ PERMANECER?

Para poder dar fruto, y el fruto del cristiano es el mandamiento del amor, pero no de cualquier amor, es el amor que brota de la Trinidad y que se expresa en los mandamientos. Solos no podemos emprender esta tarea, pues nuestras obras sin el poder de Dios son infecundas.

CÓMO PERMANECER?

Escuchando su Palabra - Celebrando los Sacramentos - Viviendo el amor al prójimo, estos son los medios más cercanos para estar continuamente alimentándonos de las misma vida divina.

ATENCIÓN¡¡

También vale la pena hacer una invitación para no dejar que nada nos separe de Jesús, puede haber personas, medios, doctrinas que nos alejen de Él; tengamos la valentía de apartarnos de la maleza y veneno que contamina nuestra verdadera relación con Jesús, lo que desdiga su nombre, su enseñanza, su condición de verdadero Dios y Hombre son algunos elementos que nos ayudan a estar pendientes y a desear ser siempre fieles a Él.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (9,26-31):

En aquellos días, llegado Pablo a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos, pero todos le tenían miedo, porque no se fiaban de que fuera realmente discípulo. Entonces Bernabé se lo presentó a los apóstoles. Saulo les contó cómo había visto al Señor en el camino, lo que le había dicho y cómo en Damasco había predicado públicamente el nombre de Jesús. Saulo se quedó con ellos y se movía libremente en Jerusalén, predicando públicamente el nombre del Señor. Hablaba y discutía también con los judíos de lengua griega, que se propusieron suprimirlo. Al enterarse los hermanos, lo bajaron a Cesarea y lo enviaron a Tarso. La Iglesia gozaba de paz en toda Judea, Galilea y Samaria. Se iba construyendo y progresaba en la fidelidad al Señor, y se multiplicaba, animada por el Espíritu Santo.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 21,26b-27.28.30.31-32

R/.
 El Señor es mi alabanza en la gran asamblea

Cumpliré mis votos delante de sus fieles.
Los desvalidos comerán hasta saciarse,
alabarán al Señor los que lo buscan:
viva su corazón por siempre. R/.

Lo recordarán y volverán al Señor
hasta de los confines del orbe;
en su presencia se postrarán las familias de los pueblos.
Ante él se postrarán las cenizas de la tumba,
ante él se inclinarán los que bajan al polvo. R/.

Me hará vivir para él, mi descendencia le servirá,
hablarán del Señor a la generación futura,
contarán su justicia al pueblo que ha de nacer:
todo lo que hizo el Señor. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (3,18-24):

Hijos míos, no amemos de palabra y de boca, sino de verdad y con obras. En esto conoceremos que somos de la verdad y tranquilizaremos nuestra conciencia ante él, en caso de que nos condene nuestra conciencia, pues Dios es mayor que nuestra conciencia y conoce todo. Queridos, si la conciencia no nos condena, tenemos plena confianza ante Dios. Y cuanto pidamos lo recibimos de él, porque guardamos sus mandamientos y hacemos lo que le agrada. Y éste es su mandamiento: que creamos en el nombre de su Hijo, Jesucristo, y que nos amemos unos a otros, tal como nos lo mandó. Quien guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él; en esto conocemos que permanece en nosotros: por el Espíritu que nos dio.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (15,1-8):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento mío que no da fruto lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por las palabras que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros. Como el sarmiento no puede dar fruto por sí, si no permanece en la vid, así tampoco vosotros, si no permanecéis en mí. Yo soy la vid, vosotros los sarmientos; el que permanece en mí y yo en él, ése da fruto abundante; porque sin mí no podéis hacer nada. Al que no permanece en mí lo tiran fuera, como el sarmiento, y se seca; luego los recogen y los echan al fuego, y arden. Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que deseáis, y se realizará. Con esto recibe gloria mi Padre, con que deis fruto abundante; así seréis discípulos míos.»

Palabra del Señor

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