PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

domingo, 14 de octubre de 2012

OCTUBRE 14 - DOMINGO XXVIII DEL TIEMPO ORDINARIO

¿CUÁLES SON MIS IDEALES?

El texto del Evangelio de este Domingo es, a mi modo de ver, un texto triste; normalmente quien se acerca a Jesús encuentra paz, consuelo, sanación, una nueva opción de vida... Hoy alguien se acerca a Jesús y se va triste, claro está que no por Jesús, sino porque su corazón no alcanza a acoger lo que el Señor le propone.

Mirando el texto con detenimiento podemos notar que esta persona va presurosa a conversar con el Maestro, él ya va de salida de una ciudad y este personaje apura el paso para no dejarlo ir; se le arrodilla, y esto sólo se hace con quien se reconoce como valioso, digno de respeto, sólo con Dios; además lo llama 'Maestro Bueno'... Por estos elementos hemos de resaltar que el Señor Jesús es valorado.

Viene una pregunta trascendental, una inquietud básica para una persona con horizontes grandes: ¿Qué debo hacer para heredar la vida eterna? No es una pregunta por el más allá sin vinculación con el más acá, es una pregunta en la que se entreteje el todo de una vida, el sentido por el cual vivir, el valor de cada esfuerzo y de cada proyecto de vida. Preguntar por la vida eterna es cuestionarse por el horizonte máximo que sostiene cada pequeño esfuerzo. Esta persona es entonces inquieta, tiene un pensamiento profundo, no es alguien superficial.

Jesús le contesta que los Mandamientos son el camino más seguro para la Vida Eterna, con esto ratifica el Salvador la grandeza de estas orientaciones que ayudan a vivir mejor. Los Mandamientos, las Diez Palabras, no son una camisa de fuerza que coarta la libertad, no son una esclavitud para apagar la fuerza del corazón. El hombre inquieto muestra la altura de su vida al afirmar convencido que cumple los mandamientos, ellos son parte de su proyecto. Viene entonces la desvelación del corazón que el Mesias sabe hacer, sólo Él conoce la profundidad de la vida y le dice que a pesar de todo le falta una cosa: DEJAR LOS BIENES Y SEGUIRLO. La Vida Eterna la da Jesús, los mandamientos son camino hacia Jesús, con la consecuencia de no hallar mayor riqueza que Él, por eso se necesita dejar a un lado los bienes. 

Notamos entonces que el hombre 'frunció el seño', no se sintió en sintonía con las palabras de Jesús, su Mesías lo deja en silencio; no tiene más palabras y se vuelve triste. Jesús, con pesar también en su corazón, afirma que el apego a los bienes no deja a este hombre buscar el horizonte más grande. Lo tiene en la mente, lo ha procurado trabajar con los mandamientos, pero su voluntad está amarrada a los bienes, cree que su vida la aseguran ellos y por eso no progresa.

Nuestro mundo de hoy también tiene muchos ideales, deseos de libertad, defensa de los derechos humanos, paz mundial; pero todos estos anhelos se quedan como en el aire por la corrupción del dinero, por la bajeza de los sentidos por la desviada pasión, sea sexual o por las drogas, el alcohol... Deseemos que Jesús nos abra a grandes ideales para vivir mejor cada día.



LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del libro de la Sabiduría (7,7-11):

Supliqué, y se me concedió la prudencia; invoqué, y vino a mí el espiritu de sabiduría. La preferí a cetros y tronos, y, en su comparación, tuve en nada la riqueza. No le equiparé la piedra más preciosa, porque todo el oro, a su lado, es un poco de arena, y, junto a ella, la plata vale lo que el barro. La quise más que la salud y la belleza, y me propuse tenerla por luz, porque su resplandor no tiene ocaso. Con ella me vinieron todos los bienes juntos, en sus manos había riquezas incontables. 

Palabra de Dios
Salmo
Sal 89,12-13.14-15.16-17

R/.
 Sácianos de tu misericordia, Señor.

Enséñanos a calcular nuestros años,
para que adquiramos un corazón sensato.
Vuélvete, Señor, ¿hasta cuando?
Ten compasión de tus siervos. R/.

Por la mañana sácianos de tu misericordia,
y toda nuestra vida será alegría y júbilo.
Dános alegría, por los días en que nos afligiste,
por los años en que sufrimos desdichas. R/.

Que tus siervos vean tu acción,
y sus hijos tu gloria.
Baje a nosostros la bondad del Señor
y haga prósperas las obras de nuestras manos. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (4,12-13):

La palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que espada de doble filo, penetrante hasta el punto donde se dividen alma y espíritu, coyunturas y tuétanos. juzga los deseos e intenciones del corazón. No hay criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de aquel a quien hemos de rendir cuentas.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (10,17-30):

En aquel tiempo, cuando salía Jesús al camino, se le acercó uno corriendo, se arrodilló y le preguntó: «Maestro bueno, ¿qué haré para heredar la vida eterna?»
Jesús le contestó: «¿Por qué me llamas bueno? No hay nadie bueno más que Dios. Ya sabes los mandamientos: no matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre.»
Él replicó: «Maestro, todo eso lo he cumplido desde pequeño.»
Jesús se le quedó mirando con cariño y le dijo: «Una cosa te falta: anda, vende lo que tienes, dale el dinero a los pobres, así tendrás un tesoro en el cielo, y luego síguerne.»
A estas palabras, él frunció el ceño y se marchó pesaroso, porque era muy rico. Jesús, mirando alrededor, dijo a sus discípulos: «¡Qué difícil les va a ser a los ricos entrar en el reino de Dios!»
Los discípulos se extrañaron de estas palabras. Jesús añadió: «Hijos, ¡qué difícil les es entrar en el reino de Dios a los que ponen su confianza en el dinero! Más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de Dios.»
Ellos se espantaron y comentaban: «Entonces, ¿quién puede salvarse?»
Jesús se les quedó mirando. y les dijo: «Es imposible para los hombres, no para Dios. Dios lo puede todo.»
Pedro se puso a decirle: «Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido.»
Jesús dijo: «Os aseguro que quien deje casa, o hermanos o hermanas, o madre o padre, o hijos o tierras, por mí y por el Evangelio, recibirá ahora, en este tiempo, cien veces más casas y hermanos y hermanas y madres e hijos y tierras, con persecuciones, y en la edad futura, vida eterna.»

Palabra del Señor

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