PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

domingo, 25 de noviembre de 2012

NOVIEMBRE 25 - DOMINGO DE CRISTO REY DEL UNIVERSO

BENDITO SEA NUESTRO REY

Hemos llegado al último de nuestros Domingos del Tiempo Ordinario, hemos pasado un año contemplando de diversos modos la grandeza de Jesucristo, hoy con más atención alabamos su condición de REY, de Señor, Dueño de todo.

Hoy es un día para consagrarle de nuevo la Vida que nos regala, dejar que Él guíe nuestros proyectos, nuestros sueños. Hoy contemplamos a nuestro Rey singular y le expresamos que queremos ser mejores siervos suyos.

Los invito a leer la Pasión según san Juan, de la cual escuchamos hoy un aparte, desde la afirmación: JESÚS ES REY. El IV Evangelista ha organizado este momento singular y central en la Vida y Ministerio de Jesús, en torno a su diálogo con Pilato, donde se quiere poner de manifiesto la condición Real del Mesías. Jesús le expresa que su reino no es de este mundo - es sentado con manto/cetro/corona de espinas en la sede del delegado Romano - El título de su condena, escrito en la lengua del imperio (latín) - la común (griego) - la religiosa (Hebreo) - Jesús sube a su trono con dignidad - Es puesto en un sepulcro nuevo en un jardín. Para el Evangelista es clara la novedad del reinado del Mesías: Siervo - Sufriente - Paciente.

Tenemos un Rey muy distinto de lo que nos ofrece la historia universal y el mundo actual; pero nuestra mayor certeza es que este Rey vive por los siglos y su modo de actuar es motivo para nosotros saber qué espera de nosotros.


Oh Jesús! Te reconozco por Rey Universal. 
Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado. 
Ejerce sobre mí todos tus derechos. 
Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás, 
a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano. 
Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios, 
el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia.
Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras 
para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza,
y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.

LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (7,13-14):

Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 92,1ab.1c-2.5

R/.
 El Señor reina, vestido de majestad

El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.

Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R/.

Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R/.
Segunda lectura
Lectura del libro del Apocalipsis (1,5-8):

Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.»

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (18,33b-37):

En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»

Palabra del Señor

domingo, 18 de noviembre de 2012

NOVIEMBRE 18 - DOMINGO XXXIII DEL TIEMPO ORDINARIO

EL VALOR DEL FIN

Estos últimos días del Tiempo Ordinario nos ponen como tema la reflexión sobre el FIN. Los cristianos concebimos la historia como un proceso que tiene un inicio y un término, entre Nuestro Señor y Nosotros se va construyendo una relación viva que va dejando huellas; pero no caminamos a la deriva, confiamos en que el Omnisciente dirige su Plan Salvador y éste no dejará de realizarse.

Humanamente podemos experimentar la experiencia sobre el FIN; creo que vale la pena valorar esta palabra, pues muchas personas pueden verla negativa. Para alguno, FIN puede ser sólo sinónimo de destrucción - frustración - sin sentido; pero una comprensión amplia del término nos habla de realización - llegar a la meta - cumplir un objetivo. Lo digo claramente: NO PODEMOS VIVIR SIN FIN - TODOS TENEMOS UN FIN POR REALIZAR. Nuestro fines marcan nuestras rutas, sabemos para dónde vamos y cómo vamos cuando tenemos un FIN: Estudio - Familia - Viaje.

Como creyentes esperamos el FIN como consumación de la obra de Dios N.S.; no aguardamos el fin como el acabose frustrante, el pavor por lo que no se pudo hacer. Esperamos el fin como la oportunidad para que Reine la Santa Trinidad, para que el mal se acabe, para que todo sea más alegre y más bello. Este es el entusiasmo que nos trasmiten las lecturas de hoy, de modo especial centrémonos en tres afirmaciones que Jesús nos da y son útiles para vivir como discípulos suyos el FIN:

- APRENDER DE LA HIGUERA: Este árbol vive las estaciones, siente que muere en el invierno y revive en la primavera. A pesar de las tribulaciones del mundo, nuestro destino es dar fruto eterno.

- MIS PALABRAS NO PASARÁN: Jesús nos asegura la fidelidad de sus Palabras, nuestras palabras son pasajeras y muy cambiantes, la Palabra de Dios, la promesa de salvación es irrevocable, Dios N.S. nos quiere con Él.

- SOLO EL PADRE SABE EL FIN: La datación de la consumación-fin no debe inquietarnos, no nos pertenece; nuestra preocupación no es el cuándo, sino el esperar, saber aguardar activa y cristianamente que vuelva quien nos da vida - paz - dicha.



LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (12,1-3):

Por aquel tiempo se levantará Miguel, el arcángel que se ocupa de tu pueblo: serán tiempos difíciles, como no los ha habido desde que hubo naciones hasta ahora. Entonces se salvará tu pueblo: todos los inscritos en el libro. Muchos de los que duermen en el polvo despertarán: unos para vida eterna, otros para ignominia perpetua. Los sabios brillarán como el fulgor del firmamento, y los que enseñaron a muchos la justicia, como las estrellas, por toda la eternidad.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 15,5.8.9-10.11

R/.
 Protégeme, Dios mío, que me refugio en ti

El Señor es el lote de mi heredad y mi copa;
mi suerte está en tu mano.
Tengo siempre presente al Señor,
con él a mi derecha no vacilaré. R/.

Por eso se me alegra el corazón,
se gozan mis entrañas,
y mi carne descansa serena.
Porque no me entregarás a la muerte,
ni dejarás a tu fiel conocer la corrupción. R/.

Me enseñarás el sendero de la vida,
me saciarás de gozo en tu presencia,
de alegría perpetua a tu derecha. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (10,11-14.18):

Cualquier otro sacerdote ejerce su ministerio, diariamente ofreciendo muchas veces los mismos sacrificios, porque de ningún modo pueden borrar los pecados. Pero Cristo ofreció por los pecados, para siempre jamás, un solo sacrificio; está sentado a la derecha de Dios y espera el tiempo que falta hasta que sus enemigos sean puestos como estrado de sus pies. Con una sola ofrenda ha perfeccionado para siempre a lo que van siendo consagrados. Donde hay perdón, no hay ofrenda por los pecados.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (13,24-32):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «En aquellos días, después de esa gran angustia, el sol se hará tinieblas, la luna no dará su resplandor, las estrellas caerán del cielo, los astros se tambalearán. Entonces verán venir al Hijo del hombre sobre las nubes con gran poder y majestad; enviará a los ángeles para reunir a sus elegidos de los cuatro vientos, de horizonte a horizonte. Aprended de esta parábola de la higuera: Cuando las ramas se ponen tiernas y brotan las yemas, deducís que el verano está cerca; pues cuando veáis vosotros suceder esto, sabed que él está cerca, a la puerta. Os aseguro que no pasará esta generación antes que todo se cumpla. El cielo y la tierra pasarán, mis palabras no pasarán, aunque el día y la hora nadie lo sabe, ni los ángeles del cielo ni el Hijo, sólo el Padre.»

Palabra del Señor

domingo, 11 de noviembre de 2012

NOVIEMBRE 11 - DOMINGO XXXII DEL TIEMPO ORDINARIO

DIOS LO QUIERE TODO

Mirando a las Viudas de la Palabra Santa de este día, cómo no contemplar su DONACIÓN TOTAL??? El verdadero culto no pide cosas, el Señor no necesita materia, necesita corazones, nuestros corazones...

¿Qué le quiero ofrecer mejor a quien tanto me ama?????


LITURGIA DE LA PALABRA


Lectura del primer libro de los Reyes (17,10-16):

En aquellos días, el profeta Elías se puso en camino hacia Sarepta, y, al llegar a la puerta de la ciudad, encontró allí una viuda que recogía leña. La llamó y le dijo: «Por favor, tráeme un poco de agua en un jarro para que beba.»
Mientras iba a buscarla, le gritó: «Por favor, tráeme también en la mano un trozo de pan.»
Respondió ella: «Te juro por el Señor, tu Dios, que no tengo ni pan; me queda sólo un puñado de harina en el cántaro y un poco de aceite en la alcuza. Ya ves que estaba recogiendo un poco de leña. Voy a hacer un pan para mí y para mi hijo; nos lo comeremos y luego moriremos.»
Respondió Elías: «No temas. Anda, prepáralo como has dicho, pero primero hazme a mí un panecillo y tráemelo; para ti y para tu hijo lo harás después. Porque así dice el Señor, Dios de Israel: "La orza de harina no se vaciará, la alcuza de aceite no se agotará, hasta el día en que el Señor envíe la lluvia sobre la tierra."»
Ella se fue, hizo lo que le había dicho Elías, y comieron él, ella y su hijo. Ni la orza de harina se vació, ni la alcuza de aceite se agotó, como lo había dicho el Señor por medio de Elías.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 145,7.8-9a.9bc-10

R/.
 Alaba, alma mía, al Señor

Que mantiene su fidelidad perpetuamente,
que hace justicia a los oprimidos,
que da pan a los hambrientos.
El Señor liberta a los cautivos. R/.

El Señor abre los ojos al ciego,
el Señor endereza a los que ya se doblan,
el Señor ama a los justos,
el Señor guarda a los peregrinos. R/.

Sustenta al huérfano y a la viuda
y trastorna el camino de los malvados.
El Señor reina eternamente,
tu Dios, Sión, de edad en edad. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (9,24-28):

Cristo ha entrado no en un santuario construido por hombres imagen del auténtico, sino en el mismo cielo, para ponerse ante Dios, intercediendo por nosotros. Tampoco se ofrece a sí mismo muchas veces como el sumo sacerdote, que entraba en el santuario todos los años y ofrecia sangre ajena; si hubiese sido así, tendría que haber padecido muchas veces, desde el principio del mundo. De hecho, él se ha manifestado una sola vez, al final de la historia, para destruir el pecado con el sacrificio de sí mismo. Por cuanto el destino de los hombres es morir una sola vez. Y después de la muerte, el juicio. De la misma manera, Cristo se ha ofrecido una sola vez para quitar los pecados de todos. La segunda vez aparecerá, sin ninguna relación al pecado, a los que lo esperan, para salvarlos. 

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,38-44):

En aquel tiempo, entre lo que enseñaba Jesús a la gente, dijo: «¡Cuidado con los escribas! Les encanta pasearse con amplio ropaje y que les hagan reverencias en la plaza, buscan los asientos de honor en las sinagogas y los primeros puestos en los banquetes; y devoran los bienes de las viudas, con pretexto de largos rezos. Éstos recibirán una sentencia más rigurosa.»
Estando Jesús sentado enfrente del arca de las ofrendas, observaba a la gente que iba echando dinero: muchos ricos echaban en cantidad; se acercó una viuda pobre y echó dos reales. 
Llamando a sus discípulos, les dijo: «Os aseguro que esa pobre viuda ha echado en el arca de las ofrendas más que nadie. Porque los demás han echado de lo que les sobra, pero ésta, que pasa necesidad, ha echado todo lo que tenía para vivir.»

Palabra del Señor

domingo, 4 de noviembre de 2012

NOVIEMBRE 4 - DOMINGO XXXI DEL TIEMPO ORDINARIO

FE Y MANDAMIENTOS

Aprovechando nuestro Año de la Fe, procuremos leer la Escritura de este Domingo bajo la óptica de la relación FE - MANDAMIENTOS.

¿Basta concebir la Fe como un sentimiento? ¿Fe es solo confiar que Dios me va a dar?

La lectura del Deuteronomio nos ayuda a ver cómo el Pueblo de Israel se compromete a responder con los mandamientos al Amor que el Señor le tiene y que se ha mostrado en la Pascua y el Camino del Desierto. Jesús le ratifica al Doctor de la Ley que el Amor a Dios y al prójimo es el principal de los Mandamientos.

La Fe es relación con Dios sustancialmente, y esta relación tan bella está sustentada por los Mandamientos, las orientaciones para vivir bien este vínculo, para hacer una alianza. Toda amistad, sin que se enuncien directamente, vive en unas reglas de amor (respeto, honestidad, justicia, etc); ¿cómo no pensar que Dios N.S. espera también de nosotros una vida bella?

No podemos separar la Fe de la Vida. Para un cristiano la Fe en Dios le marca una manera de sentir - ver - reflexionar sobre lo que le rodea.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del libro del Deuteronomio (6,2-6):

En aquellos días, habló Moisés al pueblo, diciendo: «Teme al Señor, tu Dios, guardando todos sus mandatos y preceptos que te manda, tú, tus hijos y tus nietos, mientras viváis; así prolongarás tu vida. Escúchalo, Israel, y ponlo por obra, para que te vaya bien y crezcas en número. Ya te dijo el Señor, Dios de tus padres: "Es una tierra que mana leche y miel." Escucha, Israel: El Señor, nuestro Dios, es solamente uno. Amarás al Señor, tu Dios, con todo el corazón, con toda el alma, con todas las fuerzas. Las palabras que hoy te digo quedarán en tu memoria.»

Palabra de Dios
Salmo
Sal 17

R/.
 Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza.

Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza;
Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. R/.

Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío,
mi fuerza salvadora, mi baluarte. 
Invoco al Señor de mi alabanza
y quedo libre de mis enemigos. R/.

Viva el Señor, bendita sea mi Roca,
sea ensalzado mi Dios y Salvador.
Tú diste gran victoria a tu rey,
tuviste misericordia de tu Ungido. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta a los Hebreos (7,23-28):

Ha habido multitud de sacerdotes del antiguo testamento, porque la muerte les impedía permanecer; como éste, en cambio, permanece para siempre, tiene el sacerdocio que no pasa. De ahí que puede salvar definitivamente a los que por medio de él se acercan a Dios, porque vive siempre para interceder en su favor. Y tal convenía que fuese nuestro sumo sacerdote: santo, inocente, sin mancha, separado de los pecadores y encumbrado sobre el cielo. Él no necesita ofrecer sacrificios cada día «como los sumos sacerdotes, que ofrecían primero por los propios pecados, después por los del pueblo,» porque lo hizo de una vez para siempre, ofreciéndose a sí mismo. En efecto, la Ley hace a los hombres sumos sacerdotes llenos de debilidades. En cambio, las palabras del juramento, posterior a la Ley, consagran al Hijo, perfecto para siempre.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (12,28b-34):

En aquel tiempo, un escriba se acercó a Jesús y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?» 
Respondió Jesús: «El primero es: "Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser." El segundo es éste: "Amarás a tu prójimo como a ti mismo." No hay mandamiento mayor que éstos.» 
El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios.» 
Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios.» Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

Palabra del Señor