BENDITO SEA NUESTRO REY
Hemos llegado al último de nuestros Domingos del Tiempo Ordinario, hemos pasado un año contemplando de diversos modos la grandeza de Jesucristo, hoy con más atención alabamos su condición de REY, de Señor, Dueño de todo.
Hoy es un día para consagrarle de nuevo la Vida que nos regala, dejar que Él guíe nuestros proyectos, nuestros sueños. Hoy contemplamos a nuestro Rey singular y le expresamos que queremos ser mejores siervos suyos.
Los invito a leer la Pasión según san Juan, de la cual escuchamos hoy un aparte, desde la afirmación: JESÚS ES REY. El IV Evangelista ha organizado este momento singular y central en la Vida y Ministerio de Jesús, en torno a su diálogo con Pilato, donde se quiere poner de manifiesto la condición Real del Mesías. Jesús le expresa que su reino no es de este mundo - es sentado con manto/cetro/corona de espinas en la sede del delegado Romano - El título de su condena, escrito en la lengua del imperio (latín) - la común (griego) - la religiosa (Hebreo) - Jesús sube a su trono con dignidad - Es puesto en un sepulcro nuevo en un jardín. Para el Evangelista es clara la novedad del reinado del Mesías: Siervo - Sufriente - Paciente.
Tenemos un Rey muy distinto de lo que nos ofrece la historia universal y el mundo actual; pero nuestra mayor certeza es que este Rey vive por los siglos y su modo de actuar es motivo para nosotros saber qué espera de nosotros.

Oh Jesús! Te reconozco por Rey Universal.
Todo cuanto ha sido hecho Tú lo has creado.
Ejerce sobre mí todos tus derechos.
Renuevo las promesas de mi bautismo, renunciado a Satanás,
a sus seducciones y a sus obras; y prometo vivir como buen cristiano.
Muy especialmente me comprometo a procurar, según mis medios,
el triunfo de los derechos de Dios y de tu Iglesia.
Divino Corazón de Jesús, te ofrezco mis pobres obras
para conseguir que todos los corazones reconozcan tu sagrada realeza,
y para que así se establezca en todo el mundo el Reino de tu Paz.
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Lectura de la profecía de Daniel (7,13-14):
Mientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Palabra de Dios
SalmoMientras miraba, en la visión nocturna vi venir en las nubes del cielo como un hijo de hombre, que se acercó al anciano y se presentó ante él. Le dieron poder real y dominio; todos los pueblos, naciones y lenguas lo respetarán. Su dominio es eterno y no pasa, su reino no tendrá fin.
Palabra de Dios
Sal 92,1ab.1c-2.5
R/. El Señor reina, vestido de majestad
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R/.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R/.
Segunda lecturaR/. El Señor reina, vestido de majestad
El Señor reina, vestido de majestad,
el Señor, vestido y ceñido de poder. R/.
Así está firme el orbe y no vacila.
Tu trono está firme desde siempre,
y tú eres eterno. R/.
Tus mandatos son fieles y seguros;
la santidad es el adorno de tu casa,
Señor, por días sin término. R/.
Lectura del libro del Apocalipsis (1,5-8):
Jesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.»
Palabra de Dios
EvangelioJesucristo es el testigo fiel, el primogénito de entre los muertos, el príncipe de los reyes de la tierra. Aquel que nos ama, nos ha librado de nuestros pecados por su sangre, nos ha convertido en un reino y hecho sacerdotes de Dios, su Padre. A él la gloria y el poder por los siglos de los siglos. Amén. Mirad: Él viene en las nubes. Todo ojo lo verá; también los que lo atravesaron. Todos los pueblos de la tierra se lamentarán por su causa. Sí. Amén. Dice el Señor Dios: «Yo soy el Alfa y la Omega, el que es, el que era y el que viene, el Todopoderoso.»
Palabra de Dios
Lectura del santo evangelio según san Juan (18,33b-37):
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
Palabra del Señor
En aquel tiempo, dijo Pilato a Jesús: «¿Eres tú el rey de los judíos?»
Jesús le contestó: «¿Dices eso por tu cuenta o te lo han dicho otros de mí?»
Pilato replicó: «¿Acaso soy yo judío? Tu gente y los sumos sacerdotes te han entregado a mí; ¿qué has hecho?»
Jesús le contestó: «Mi reino no es de este mundo. Si mi reino fuera de este mundo, mi guardia habría luchado para que no cayera en manos de los judíos. Pero mi reino no es de aquí.»
Pilato le dijo: «Conque, ¿tú eres rey?»
Jesús le contestó: «Tú lo dices: soy rey. Yo para esto he nacido y para esto he venido al mundo; para ser testigo de la verdad. Todo el que es de la verdad escucha mi voz.»
Palabra del Señor
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