PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

domingo, 12 de febrero de 2012

FEBRERO 12 - DOMINGO VI DEL TIEMPO ORDINARIO

JESÚS ROMPE TODA DISCRIMINACIÓN

Una enfermedad tan grave como la lepra es la que sirve para mostrar la grandeza del Salvador. Cada milagro nos muestra una faceta del Señor Jesús, los Evangelistas han querido regalarnos rasgos particulares del Maestro en cada obra prodigiosa.

Recordemos que la lepra no se sufría sólo por los padecimientos de la piel, ella implicaba la separación de la comunidad, el alejamiento de los poblados, la persona era separada pues su condición era amenazante para el resto, los podía dejar impuros para el culto, nadie podía tocarlos.

Jesús toma un riesgo serio: deja que se le acerque un leproso y le pide ayuda, y además lo toca para sanarlo. Con este milagro Jesús rompe toda discriminación, no hay derecho para alejar a la gente por cualquier razón, todos los seres humanos merecen buen trato, pues la separación de la comunidad es dañina para el hombre; mucha gente, más que necesitar sanación física, requiere que se le escuche, se le atienda.

Por otra parte, el leproso también nos deja buenas enseñanzas, es un hombre humilde y confiado. No obliga a Jesús a que lo sane, sabe que él lo puede curar, pero deja todo en sus manos. Cuántas veces se piensa que el Poder Divino está en obligación para asistirnos, como si con tener el derecho tuviésemos, pedir al Padre Dios requiere humilde corazón, esperanzado en que su respuesta será la más conveniente.

Valiosos mensajes nos deja al Palabra de este Domingo, acojámoslos con corazón atento.



LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del libro del Levítico (13,1-2.44-46):

El Señor dijo a Moisés y a Aarón: «Cuando alguno tenga una inflamación, una erupción o una mancha en la piel, y se le produzca la lepra, será llevado ante Aarón, el sacerdote, o cualquiera de sus hijos sacerdotes. Se trata de un hombre con lepra: es impuro. El sacerdote lo declarará impuro de lepra en la cabeza. El que haya sido declarado enfermo de lepra andará harapiento y despeinado, con la barba tapada y gritando: "¡Impuro, impuro!" Mientras le dure la afección, seguirá impuro; vivirá solo y tendrá su morada fuera del campamento.»

Palabra de Dios
Salmo
Sal 31,1-2.5.11

R/.
 Tú eres mi refugio, me rodeas de cantos de liberación

Dichoso el que está absuelto de su culpa,
a quien le han sepultado su pecado;
dichoso el hombre a quien el Señor
no le apunta el delito. R/.

Había pecado, lo reconocí,
no te encubrí mi delito;
propuse: «Confesaré al Señor mi culpa»
y tú perdonaste mi culpa y mi pecado. R/.

Alegraos, justos, y gozad con el Señor;
aclamadlo, los de corazón sincero. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios (10,31–11,1):

Cuando comáis o bebáis o hagáis cualquier otra cosa, hacedlo todo para gloria de Dios. No deis motivo de escándalo a los judíos, ni a los griegos, ni a la Iglesia de Dios, como yo, por mi parte, procuro contentar en todo a todos, no buscando mi propio bien, sino el de la mayoría, para que se salven. Seguid mi ejemplo, como yo sigo el de Cristo.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,40-45):

En aquel tiempo, se acercó a Jesús un leproso, suplicándole de rodillas: «Si quieres, puedes limpiarme.»
Sintiendo lástima, extendió la mano y lo tocó, diciendo: «Quiero: queda limpio.»
La lepra se le quitó inmediatamente, y quedó limpio.
Él lo despidió, encargándole severamente: «No se lo digas a nadie; pero, para que conste, ve a presentarte al sacerdote y ofrece por tu purificación lo que mandó Moisés.»
Pero, cuando se fue, empezó a divulgar el hecho con grandes ponderaciones, de modo que Jesús ya no podía entrar abiertamente en ningún pueblo, se quedaba fuera, en descampado; y aun así acudían a él de todas partes.

Palabra del Señor

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