PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

domingo, 26 de febrero de 2012

FEBRERO 26 - I DOMINGO DE CUARESMA

LA VIDA PUEDE EMPEZAR DE NUEVO

Con este título quiero unir todo el mensaje de la Palabra que este primer Domingo de Cuaresma nos ofrece para prepararnos a la celebración de las fiestas Pascuales. Recordemos que todo este tiempo tiene como objetivo fundamental  disponer nuestro corazón para ser renovado por la gracia divina, tomar la 'forma' de Hijos de Dios, contemplando el rostro del Divino Salvador.

El libro del Génesis habla del fin del Diluvio y el inicio de una nueva etapa con la familia de Noé, el Arco Iris era  la garantía que este nuevo comienzo estaba bendecido también por la paciencia del Señor Dios que cuida de su creación y la potencia, a pesar de las faltas de la humanidad. El apóstol Pedro lee el Diluvio como una figura del Bautismo cristiano, una nueva etapa se inicia también en los creyentes, las aguas bautismales 'aniquilan' una condición pasada y abren al ser humano a un horizonte eterno. Jesús, al iniciar su predicación, invita también a una Nueva Vida, Convertirse es un llamado a cambiar una vida lejos del Señor Dios, acogiendo el mensaje del Evangelio, la Buena Noticia del Reino, con un corazón lleno de esperanza, encontrando en el Maestro un guía seguro.

¿Mi vida debe seguir igual??? ¿Creo que algo puede ser mejor??? En la mediocridad creemos que todo está bien, pero cuando se ha descubierto el Amor del Padre en la vida, siempre se siente la insatisfacción en todo lo que se vive y se ha de anhelar una vida más grande, y sólo puede ser tal mientras Él la colme, y la meta sólo se alcanzará con la muerte. La Pascua de Jesús es el fin último de la existencia humana, este pleno y nuevo comienzo ha de motivar siempre nuestro continuo crecimiento, animados con esta esperanza, vivamos estos cuarenta días de camino hacia la Gloria del Calvario.




LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del libro del Génesis (9,8-15):

Dios dijo a Noé y a sus hijos: «Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes, con todos los animales que os acompañaron: aves, ganado y fieras; con todos los que salieron del arca y ahora viven en la tierra. Hago un pacto con vosotros: el diluvio no volverá a destruir la vida, ni habrá otro diluvio que devaste la tierra.»
Y Dios añadió: «Ésta es la señal del pacto que hago con vosotros y con todo lo que vive con vosotros, para todas las edades: pondré mi arco en el cielo, como señal de mi pacto con la tierra. Cuando traiga nubes sobre la tierra, aparecerá en las nubes el arco, y recordaré mi pacto con vosotros y con todos los animales, y el diluvio no volverá a destruir los vivientes.»

Palabra de Dios
Salmo
Sal 24,4bc-5ab.6-7bc.8-9

R/.
 Tus sendas, Señor, son misericordia y lealtad 
para los que guardan tu alianza


Señor, enséñame tus caminos,
instrúyeme en tus sendas:
haz que camine con lealtad;
enséñame, porque tú eres mi Dios y Salvador. R/.

Recuerda, Señor, que tu ternura
y tu misericordia son eternas.
Acuérdate de mí con misericordia,
por tu bondad, Señor. R/.

El Señor es bueno y es recto,
y enseña el camino a los pecadores;
hace caminar a los humildes con rectitud,
enseña su camino a los humildes. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pedro (3,18-22):

Cristo murió por los pecados una vez para siempre: el inocente por los culpables, para conduciros a Dios. Como era hombre, lo mataron; pero, como poseía el Espíritu, fue devuelto a la vida. Con este Espíritu, fue a proclamar su mensaje a los espíritus encarcelados que en un tiempo habían sido rebeldes, cuando la paciencia de Dios aguardaba en tiempos de Noé, mientras se construía el arca, en la que unos pocos, ocho personas, se salvaron cruzando las aguas. Aquello fue un símbolo del bautismo que actualmente os salva: que no consiste en limpiar una suciedad corporal, sino en impetrar de Dios una conciencia pura, por la resurrección de Jesucristo, que llegó al cielo, se le sometieron ángeles, autoridades y poderes, y está a la derecha de Dios.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (1,12-15):

En aquel tiempo, el Espíritu empujó a Jesús al desierto. Se quedó en el desierto cuarenta días, dejándose tentar por Satanás; vivía entre alimañas, y los ángeles le servían. Cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios.
Decía: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio.»

Palabra del Señor

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