PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

domingo, 15 de julio de 2012

JULIO 15 - DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO

PROTAGONISTAS DE LA SALVACIÓN



Podemos leer la Palabra de este Domingo como una proclamación de un 'principio' que acompaña la Historia de la Salvación: EL HOMBRE ES PROTAGONISTA EN LA HISTORIA DE LA SALVACIÓN.

La historia salvífica no es sólo la acción de Dios N.S. no es una obra sólo del Cielo hacia la tierra (unidireccional), es también una historia de la tierra al Cielo, toda la Escritura Santa tiene dos actores, el principal actor es Dios N.S. el Creador - el Redentor - el Santificador, nosotros participamos de su obra, y para eso somos llamados y capacitados.

La primera lectura muestra la convicción de Amós, cuando quieren sacarlos del Reino del Norte, él afirma que no ha estado profetizando simplemente por su cuenta, se siente enviado por el mismo Dios, Él lo sacó de su vida habitual (agricultor - ganadero) para que fuera al Reino del Norte a llamar al pueblo a la Conversión.

El Salmista anuncia que la obra del Señor Dios está por cumplirse, no se puede quedar callado, nota cómo la misericordia, la justicia, la paz, son valores que hablan de la cercanía del Bien Supremo: Dios, que viene hacia los suyos.

San Pablo comienza su carta a los Efesios haciendo síntesis de la historia de la Salvación, ésta es obra Divina, pero dirigida a la Santificación del hombre, destinada para que el ser humano tenga Vida Plena.

El Evangelio sella nuestra reflexión: Jesús envía a sus Doce Amigos para Liberar del Maligno - Invitar a la Conversión - Sanar Enfermos. Cómo van a realizar semejante tarea? Capacitados con el mismo poder de su Maestro, Jesús no los envía desprovistos, antes bien, comparte su tarea, sabe que es necesario el compromiso del hombre para que esta obra tenga mayor amplitud: Dios obra con nosotros siempre. Toda la historia de la Iglesia ratifica la continuidad de la misión de los Doce; los santos han asumido radicalmente su vida por continuar la obra de Jesús: Llamar a volver a Dios - Sanar Enfermos - Liberar del Maligno.

Si hoy somos discípulos de Jesús, cómo estamos cumpliendo nuestra tarea? Cada uno es irremplazable en su puesto, pues cada uno tiene personas especiales, lugares especiales, tiempos especiales para hacer patente la salvación divina. Con ánimo y disponibilidad pidamos al Espíritu Santo nos ayude a descubrir nuestra misión y a cumplirla con gusto y prontitud.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura de la profecía de Amós (7,12-15):

En aquellos días, dijo Amasías, sacerdote de Casa-de-Dios, a Amós: «Vidente, vete y refúgiate en tierra de Judá; come allí tu pan y profetiza allí. No vuelvas a profetizar en Casa-de-Dios, porque es el santuario real, el templo del país.»
Respondió Amós: «No soy profeta ni hijo de profeta, sino pastor y cultivador de higos. El Señor me sacó de junto al rebaño y me dijo: "Ve y profetiza a mi pueblo de Israel."»

Palabra de Dios
Salmo
Sal 84

R/.
 Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación

Voy a escuchar lo que dice el Señor:
«Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos.»
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra. R/.

La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo. R/.

El Señor nos dará lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Efesios (1,3-14):

Bendito sea Dios, Padre nuestro Señor Jesucristo, que nos ha bendecido en la persona de Cristo con toda clase de bienes espirituales y celestiales. Él nos eligió en la persona de Cristo, antes de crear el mundo, para que fuésemos santos e irreprochables ante él por el amor. Él nos ha destinado en la persona de Cristo, por pura iniciativa suya, a ser sus hijos, para que la gloria de su gracia, que tan generosamente nos ha concedido en su querido Hijo, redunde en alabanza suya. Por este Hijo, por su sangre, hemos recibido la redención, el perdón de los pecados. El tesoro de su gracia, sabiduría y prudencia ha sido un derroche para con nosotros, dándonos a conocer el misterio de su voluntad. Éste es el plan que había proyectado realizar por Cristo cuando llegase el momento culminante: recapitular en Cristo todas las cosas del cielo y de la tierra.
Por su medio hemos heredado también nosotros. A esto estábamos destinados por decisión del que hace todo según su voluntad. Y así, nosotros, los que ya esperábamos en Cristo, seremos alabanza de su gloria. Y también vosotros, que habéis escuchado la palabra de verdad, el Evangelio de vuestra salvación, en el que creísteis, habéis sido marcados por Cristo con el Espíritu Santo prometido, el cual es prenda de nuestra herencia, para liberación de su propiedad, para alabanza de su gloria.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Marcos (6,7-13):

En aquel tiempo, llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos, dándoles autoridad sobre los espíritus inmundos. Les encargó que llevaran para el camino un bastón y nada más, pero ni pan, ni alforja, ni dinero suelto en la faja; que llevasen sandalias, pero no una túnica de repuesto.
Y añadió: «Quedaos en la casa donde entréis, hasta que os vayáis de aquel sitio. Y si un lugar no os recibe ni os escucha, al marcharos sacudíos el polvo de los pies, para probar su culpa.»
Ellos salieron a predicar la conversión, echaban muchos demonios, ungían con aceite a muchos enfermos y los curaban.

Palabra del Señor

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