PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

sábado, 13 de agosto de 2011

AGOSTO 14 - DOMINGO 20 DEL TIEMPO ORDINARIO

EL UNIVERSO DEL AMOR DE DIOS
Quiero titular este compartir de la Palabra Dominical invitando a poner la atención en el primer sustantivo (Universo), que se puede convertir también en adjetivo (Universal). La Liturgia de la Palabra tiene hoy un enlace particular en este aspecto, sea por los versículos, sea por la idea general del relato: 'porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos' (Isaías 56, 7); 'Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben' (Salmo 66); 'Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos' (Romanos 11, 32); la mujer cananea del Evangelio (Mateo 15, 21-28) representa al pueblo no judío.
Quiero recoger dos reflexiones desde este alimento santo de la Santa Escritura:
a) El designio del Padre cubre toda la humanidad, ningún ser humano ha de sentirse ajeno a la salvación, a la plenitud que Él ofrece. La Vida Divina es un Don que a nadie Él desea restringir. La Escritura lo expresa desde el Antiguo Testamento, Israel debía ser mediador de un regalo que a todo pueblo y nación debía llegar. Su problema fue pretender apropiarse de tal modo de este Don que se encerró en sí mismo, separándose de los demás, llegando incluso a condenarlos, marginarlos. San Pablo hace una reflexión en este sentido, aún leyendo la terquedad de Israel como una oportunidad para que los demás pueblos pudieran acoger la salvación y después de éstos, el pueblo Judío habría de ser recogido de nuevo, esa es la esperanza del Apóstol. Pudiera pensarse que Nuestro Señor Jesucristo restringiera su tarea sólo a los israelitas, sus palabras nos suenan duras: 'he sido enviado a las ovejas perdidas de Israel', más bien hemos de comprender que la prioridad de Jesús es su misma raza para que recuperaran la universalidad de su misión.
b) Concentremos la atención en la protagonista grande de esta Palabra: La Mujer Cananea. Canaan fue la tierra ocupada por los israelitas, la reciben como herencia del Señor Dios; pero a la vez la conquistan de un pueblo (Cananeo), embrollado en idolatría. Esta mujer no es heredera 'directa' de las promesas, su condición no pareciera favorable ni siquiera para acoger al Mesías. Desde un comienzo el texto nos dice que al saber la mujer que el Salvador se movía por su tierra va en su búsqueda y se pone a gritar pidiendo su auxilio, la llama con frases que serían más cercanas a un judío: 'Ten compasión de mí, Hijo de David"... Jesús no parece prestar atención, los discípulos están incómodos pues seguramente los gritos de la mujer son desesperantes... Pero ella se pone delante y se postra ante Jesús: 'Señor, socórreme', no se quiere ir sin respuesta; algo en su corazón tenía claro y era que Él podía solucionar la situación que la desesperaba, la enfermedad de su hija (poseída por un demonio)... y ni la respuesta de Jesús la hace desanimar o airar, antes bien, con humildad espera irse así sea con lo mínimo, las migajas que caen de la mesa de los amos... Cuánta sería la admiración de Jesús que exclama: 'Mujer, grande es tu fe'... Recordemos que hace ocho días Jesús corrige la fe temerosa de Pedro y los discípulos, hoy una pagana nos testimonia un corazón abierto de par en par a la obra de Dios y la reconoce vivísima en la persona de Jesús.
Dejemos que la Palabra de este Domingo nos inquiete para seguir revisando nuestra fe, para valorar qué tan creyentes somos, cuántas veces, gente que consideramos 'pagana', puede tener más confianza y amor a Dios, de algunos que nos decimos 'buenos católicos'.
SEÑOR JESÚS, LA MUJER CANANEA ME HACE SENTIR VERGÜENZA ANTE MI FALTA DE FE Y DEDICACIÓN PARA RECONOCERTE Y AMARTE... DERRAMA EN MI MENTE Y CORAZÓN EL DON DE TU SANTO ESPÍRITU PARA QUE MI FE, MI ADHESIÓN A TÍ, SEAN MUCHO MÁS FUERTES... CONFIO EN TI Y ESPERO SÓLO EN TÍ... AMÉN
LITURGIA DE LA PALABRA
Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (56,1.6-7):


Así dice el Señor: «Guardad el derecho, practicad la justicia, que mi salvación está para llegar, y se va a revelar mi victoria. A los extranjeros que se han dado al Señor, para servirlo, para amar el nombre del Señor y ser sus servidores, que guardan el sábado sin profanarlo y perseveran en mi alianza, los traeré a mi monte santo, los alegraré en mi casa de oración, aceptaré sobre mi altar sus holocaustos y sacrificios; porque mi casa es casa de oración, y así la llamarán todos los pueblos.»


Palabra de Dios
Salmo
Sal 66,2-3.5.6.8

R/.
Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben


El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. R/.

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra. R/.

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga;
que le teman hasta los confines del orbe. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (11,13-15.29-32):

Os digo a vosotros, los gentiles: Mientras sea vuestro apóstol, haré honor a mi ministerio, por ver si despierto emulación en los de mi raza y salvo a alguno de ellos. Si su reprobación es reconciliación del mundo, ¿qué será su reintegración sino un volver de la muerte a la vida? Pues los dones y la llamada de Dios son irrevocables. Vosotros, en otro tiempo, erais rebeldes a Dios; pero ahora, al rebelarse ellos, habéis obtenido misericordia. Así también ellos, que ahora son rebeldes, con ocasión de la misericordia obtenida por vosotros, alcanzarán misericordia. Pues Dios nos encerró a todos en la rebeldía para tener misericordia de todos.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (15,21-28):

En aquel tiempo, Jesús se marchó y se retiró al país de Tiro y Sidón.
Entonces una mujer cananea, saliendo de uno de aquellos lugares, se puso a gritarle: «Ten compasión de mí, Señor, Hijo de David. Mi hija tiene un demonio muy malo.» Él no le respondió nada.
Entonces los discípulos se le acercaron a decirle: «Atiéndela, que viene detrás gritando.»
Él les contestó: «Sólo me han enviado a las ovejas descarriadas de Israel.»
Ella los alcanzó y se postró ante él, y le pidió: «Señor, socórreme.»
Él le contestó: «No está bien echar a los perros el pan de los hijos.»
Pero ella repuso: «Tienes razón, Señor; pero también los perros se comen las migajas que caen de la mesa de los amos.»
Jesús le respondió: «Mujer, qué grande es tu fe: que se cumpla lo que deseas.»
En aquel momento quedó curada su hija.

Palabra del Señor

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