PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

miércoles, 28 de diciembre de 2011

SANTOS INOCENTES

NADA ESTÁ FUERA DEL PODER DEL SEÑOR

Variadas reflexiones para la fe se sacan de esta fiesta convertida para muchos en día de bromas. El inocente parece convertirse en el ignorante, en el hazmereír, en aquel que no conoce la realidad; el verdadero sentido del inocente, como la persona libre de males deseos, sentimientos y pensamientos no es puesta en su justo lugar.

Si se recuerda que estos infantes mueren 'EN EL NOMBRE DEL SEÑOR' , por ser confundidos con el Infante, se valora el Amor de Dios que no deja que se juegue con la vida de las personas. Esta fiesta tiene un carácter universal, nos hace mirar hacia todo el mundo, hacia todas las personas, para proclamar: EL SEÑOR SIEMPRE HACE JUSTICIA, la última palabra sobre la historia no la tenemos los seres humanos y aún nuestros desórdenes los puede acomodar el buen Padre, pues su misericordia llena la tierra.

Hoy hemos de valorar el esfuerzo por el bien que tanta gente hace, y cuántos mueren de manera atroz y criminal por el servicio a la justicia, a la paz, a la verdad, de cualquier confesión de fe que sean. Los perseguidores jamás ganarán, la victoria solamente es de Cristo Jesús, quien con su muerte y resurrección muestra el verdadero sentido del mundo y abre en la esperanza  la vida plena a quienes siguen sus caminos, así ellos no lo sepan. La vida humana solamente está puesta las manos del Padre y Él sabe darle todo su sentido.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Juan (1,5–2,2):

Os anunciamos el mensaje que hemos oído a Jesucristo: Dios es luz sin tiniebla alguna. Si decimos que estamos unidos a él, mientras vivimos en las tinieblas, mentimos con palabras y obras. Pero, si vivimos en la luz, lo mismo que él está en la luz, entonces estamos unidos unos con otros, y la sangre de su Hijo Jesús nos limpia los pecados. Si decimos que no hemos pecado, nos engañamos y no somos sinceros. Pero, si confesamos nuestros pecados, él, que es fiel y justo, nos perdonará los pecados y nos limpiará de toda injusticia. Si decimos que no hemos pecado, lo hacemos mentiroso y no poseemos su palabra. Hijos míos, os escribo esto para que no pequéis. Pero, si alguno peca, tenemos a uno que abogue ante el Padre: a Jesucristo, el Justo. Él es víctima de propiciación por nuestros pecados, no sólo por los nuestros, sino también por los del mundo entero.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 123,2-3.4-5.7b-8

R/.
 Hemos salvado la vida, 
como un pájaro de la trampa del cazador


Si el Señor no hubiera estado de nuestra parte,
cuando nos asaltaban los hombres,
nos habrían tragado vivos:
tanto ardía su ira contra nosotros. R/.

Nos habrían arrollado las aguas,
llegándonos el torrente hasta el cuello;
nos habrían llegado hasta el cuello
las aguas espumantes. R/.

La trampa se rompió, y escapamos.
Nuestro auxilio es el nombre del Señor,
que hizo el cielo y la tierra. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (2,13-18):

Cuando se marcharon los magos, el ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: «Levántate, coge al niño y a su madre y huye a Egipto; quédate allí hasta que yo te avise, porque Herodes va a buscar al niño para matarlo.»
José se levantó, cogió al niño y a su madre, de noche, se fue a Egipto y se quedó hasta la muerte de Herodes. Así se cumplió lo que dijo el Señor por el profeta: «Llamé a mi hijo, para que saliera de Egipto.» Al verse burlado por los magos, Herodes montó en cólera y mandó matar a todos los niños de dos años para abajo, en Belén y sus alrededores, calculando el tiempo por lo que había averiguado de los magos. Entonces se cumplió el oráculo del profeta Jeremías: «Un grito se oye en Ramá, llanto y lamentos grandes; es Raquel que llora por sus hijos, y rehúsa el consuelo, porque ya no viven.»

Palabra del Señor

martes, 27 de diciembre de 2011

SAN JUAN, apóstol y evangelista

LA INTIMIDAD CON EL SEÑOR
Apóstol y Evangelista san Juan - 27 de diciembre

Estos días posteriores a la Navidad del Señor Jesús están llenos de celebraciones que nos ratifican la fuerza del Amor Divino entre la humanidad. Hoy ponemos nuestra mirada en la persona de Juan, bajo su figura se conformó toda una escuela, la escuela de san Juan o 'Joánea', la escuela de la CONTEMPLACIÓN DEL MISTERIO DIVINO.

Lo celebramos en estos días de pascua navideña, porque su Prólogo al Evangelio que lleva su nombre es la profundización intensa e íntima del Misterio mismo del Hijo en su total referencia al Padre. Por otra parte, en su Evangelio siempre se refiere al testimonio del DISCÍPULO AMADO, con el cual es también conocido, además de TEÓLOGO. Dicho título de 'Discípulo Amado' es también una motivación para todo el que sigue a Jesús, si el Salvador tiene cercanía con algunos es para atraer por ellos a muchos más. Todos estamos invitados a ser y sentir el amor del Maestro, a participar más y más de su intimidad, deseemos profundamente estrechar nuestro vínculo con el AMADO JESÚS, son bellas y motivantes las palabras del himno de laudes de esta fiesta:



Tú que revelaste a Juan

tus altísimos decretos

y los íntimos secretos
de hechos que sucederán,
haz que yo logre entender
cuanto Juan ha contado.
Déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.

Tú que en la cena le abriste
la puerta del corazón,
y en la transfiguración
junto a ti lo condujiste,
permíteme penetrar
en tu misterio sagrado.
Déjame, Señor, posar
mi cabeza en tu costado.

Tú que en el monte Calvario
entre tus manos dejaste
el más santo relicario:
la carne donde habitaste;
tú que le dejaste ser
el hijo bienadoptado.
Déjame, Señor, poner
mi cabeza en tu costado.

Y tú, Juan, que a tanto amor
con amor correspondiste
y la vida entera diste
por tu Dios y tu Señor,
enséñame a caminar
por donde tú has caminado.
Enséñame a colocar
la cabeza en su costado. Amén.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Comienzo de la primera carta del apóstol san Juan (1,1-4):

Lo que existía desde el principio, lo que hemos oído, lo que hemos visto con nuestros propios ojos, lo que contemplamos y palparon nuestras manos: la Palabra de la vida (pues la vida se hizo visible), nosotros la hemos visto, os damos testimonio y os anunciamos la vida eterna que estaba con el Padre y se nos manifestó. Eso que hemos visto y oído os lo anunciamos, para que estéis unidos con nosotros en esa unión que tenemos con el Padre y con su Hijo Jesucristo. Os escribimos esto, para que nuestra alegría sea completa.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 96,1-2.5-6.11-12

R/.
 Alegraos, justos, con el Señor

El Señor reina, la tierra goza,
se alegran las islas innumerables.
Tiniebla y nube lo rodean,
justicia y derecho sostienen su trono. R/.

Los montes se derriten como cera
ante el dueño de toda la tierra;
los cielos pregonan su justicia,
y todos los pueblos contemplan su gloria. R/.

Amanece la luz para el justo,
y la alegría para los rectos de corazón.
Alegraos, justos, con el Señor,
celebrad su santo nombre. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (20,2-8):

El primer día de la semana, María Magdalena echó a correr y fue donde estaba Simón Pedro y el otro discípulo, a quien tanto quería Jesús, y les dijo: «Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto.»
Salieron Pedro y el otro discípulo camino del sepulcro. Los dos corrían juntos, pero el otro discípulo corría más que Pedro; se adelantó y llegó primero al sepulcro; y, asomándose, vio las vendas en el suelo; pero no entró. Llegó también Simón Pedro detrás de él y entró en el sepulcro: vio las vendas en el suelo y el sudario con que le habían cubierto la cabeza, no por el suelo con las vendas, sino enrollado en un sitio aparte. Entonces entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; vio y creyó.

Palabra del Señor


lunes, 26 de diciembre de 2011

SAN ESTEBAN, primer mártir

SAN ESTEBAN
LA FE HASTA SUS ÚLTIMAS CONSECUENCIAS
26 de diciembre

Habiendo celebrado ayer el Nacimiento del Salvador con vestiduras blancas, uniéndonos a tanta alegría que desborda de esta fiesta. La Iglesia se vista ahora de rojo para conmemorar la sangre del primer mártir: ¿Será acaso una incoherencia? ¿Será una fiesta 'imprudente' apenas proclamando la presencia del Hijo de Dios entre nosotros?

La fiesta de san Esteban nos ayuda a contemplar la fuerza de la presencia de Jesucristo, Él cambia radicalmente la vida de las personas, pues nos abre al verdadero fin de la vida: 'Estar con Dios Padre'; Jesús se hizo hombre para abrirnos las puertas de las Moradas Eternas, no se hizo hombre para dejarnos bajo tierra, sino para llevarnos al cielo y vemos hoy esa obra realizada en san Esteban.

También nos sirve esta memoria para reflexionar sobre las consecuencias de la fe, la alegría que trae Jesús supera nuestra superficial alegría basada en cosas pasajeras, y por otra parte no aleja los problemas, sino que es consuelo para los mismos. Jesús no quiere que neguemos y huyamos de las dificultades, sino que con su ayuda podamos tener fuerza ante los obstáculos que nos asalten.

Siguiendo el testimonio de Esteban digamo: SEÑOR JESÚS, EN TUS MANOS ME PONGO, GUÍAME POR TUS CAMINOS Y QUE JAMÁS ME SEPARE DE TÍ.


LITURGIA DE LA PALABRA

Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (6,8-10;7,54-60):

En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: «Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios.»
Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.»
Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.»
Y, con estas palabras, expiró.

Palabra de Dios
Salmo
Sal 30,3cd-4.6 y Sab 16bc-17

R/.
 A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu

Sé la roca de mi refugio, 
un baluarte donde me salve, 
tú que eres mi roca y mi baluarte; 
por tu nombre dirigeme y guíame. R/.

A tus manos encomiendo mi espíritu: 
tú, el Dios leal, me librarás. 
Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. 
Te has fijado en mi aflicción. R/.

Líbrame de los enemigos que me persiguen; 
haz brillar tu rostro sobre tu siervo, 
sálvame por tu misericordia. R/.
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Mateo (10,17-22):

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: «No os fiéis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.»

Palabra del Señor

jueves, 22 de diciembre de 2011

LA NATIVIDAD DEL SEÑOR


LA PALABRA DE DIOS SE HIZO CARNE
SOLEMNIDAD DE LA NATIVIDAD DEL SALVADOR
25 de diciembre

Celebrar la vida es algo común en las diversas culturas, hacer eco al cumpleaños parece unirnos de modo especial a los seres humanos, puede que algunos no lo hagan; pero es especial el hecho de sentirnos reconocidos de modo particular una vez al año: EL DÍA QUE VINIMOS AL MUNDO.
Dentro de nuestro ciclo de celebraciones litúrgicas hacemos referencia al ‘nacimiento’ al cielo de los Santos teniendo como punto de referencia el día de su muerte, pues es en este día en que verdaderamente gozaron de la vida plena que ya gustaban desde la tierra. De todos modos, los creyentes no han dejado de recordar la venida a este mundo de algunos personajes que han marcado de modo especial la realización de esta misma historia, así conmemoramos el Nacimiento de san Juan Bautista (24 de junio), el de Nuestra Señora la Virgen María (8 de septiembre) y el de Nuestro Salvador (25 de diciembre). Las vidas de ellos han dejado una huella invaluable dentro de la historia de la Salvación, pues el tiempo y el espacio no son iguales desde que Dios es Emmanuel: ‘Dios-con-nosotros’.
Valorando el por qué conmemoramos los nacimientos del Salvador, su Madre y el Bautista, podemos inquietarnos en la razón del día escogido para ello ¿será que ese día nacieron para nuestro mundo? No nos vamos a centrar en los tres señalados, solamente acerquémonos a la fecha escogida para la Natividad de Nuestro Salvador ante la cercanía de su celebración: 25 de diciembre.

En el año 5199 de la Creación del mundo, cuando Dios, en el principio, hizo de la nada los cielos y la tierra; el año 2957 después del diluvio; el año 2015 del nacimiento de Abraham; el año 1510 desde Moisés y la salida de Egipto del pueblo de Israel; el año de 1032 desde que David fue ungido rey; en la sexagésima quinta semana, de acuerdo con la profecía de Daniel; durante la centésima nonagésima cuarta olimpiada; en el año 752 de la fundación de Roma; en el cuadragésimo segundo año del reinado de Octavio Augusto, cuando toda la tierra estaba en paz, en la sexta edad del mundo: Jesucristo, Dios eterno e Hijo del eterno Padre, con el deseo de consagrar al mundo con su arribo, concebido por el Espíritu Santo y cuando hubieron pasado nueve meses desde su concepción, nació en Belén de Judá', de la Virgen María y se hizo hombre. Ese fue el nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo según la carne.
(Martirologio Romano)


Un antiguo documento del año 354 llamado el Cronógrafo confirma la existencia en Roma de esta fiesta el 25 de diciembre, que corresponde a la celebración pagana del solsticio de invierno “Natalis solis invicti”, esto es, el nacimiento del nuevo sol que, después de la noche más larga del año, readquiría nuevo vigor (Claro está que no se saben las razones positivas por las que se eligió el 25 de diciembre para conmemoración de esta festividad, y el caso ha sido objeto de acaloradas discusiones: Tras el estudio del padre Delehaye, el monje Dom B. Botte publicó una discusión sistemática, y a veces excesivamente minuciosa, sobre el origen de la fiesta de Navidad, estudio éste donde el autor afirma que todas las pruebas nos obligan a admitir que la asignación de la fecha del nacimiento de Nuestro Señor al 25 de diciembre se debe a la celebración pagana del Natalis Invicti precisamente en ese día. En apoyo de esta idea, debe recordarse que mientras dominaba o prevalecía extensamente el paganismo, los cristianos, las gens lucífuga, tenían poderosas razones para ocultarse y disimular sus creencias y sus prácticas bajo celebraciones o símbolos que no llamasen la atención de sus perseguidores. Por otra parte, Mons. Duchesne sostiene que el nacimiento de Cristo se identificó con la fecha del 25 de diciembre, porque existía la creencia de que la Encarnación de Cristo había ocurrido en la misma fecha en que murió y que ambas coincidían con el equinoccio de primavera, el 25 de Marzo. También existía la creencia ampliamente aceptada de que igual fecha correspondió a la creación del mundo. De acuerdo con las investigaciones del padre Michel Andrieu, esas teorías no son enteramente irreconciliables y hay algo de verdad en ambas.
Ver: http://www.churchforum.org/25-diciembre-natividad-nuestro-senor-jesucristo.htm (8-IX-2011))

Al celebrar en este día el nacimiento de quien es el verdadero Sol, la luz del mundo, que surge de la noche del paganismo, se quiso dar un significado totalmente nuevo a una tradición pagana muy sentida por el pueblo, porque coincidía con las ferias de Saturno, durante las cuales los esclavos recibían dones de sus patrones y se los invitaba a sentarse a su mesa, como libres ciudadanos. Sin embargo, con la tradición cristiana, los regalos de Navidad hacen referencia a los dones de los pastores y de los reyes magos al Niño Jesús.
En oriente se celebraba la fiesta del nacimiento de Cristo el 6 de enero, con el nombre de Epifanía, que quiere decir “manifestación”; después la Iglesia oriental acogió la fecha del 25 de diciembre, práctica ya en uso en Antioquía hacia el 376, en tiempo de San Juan Crisóstomo, y en el 380 en Constantinopla. En occidente se introdujo la fiesta de la Epifanía, última del ciclo navideño, para conmemorar la revelación de la divinidad de Cristo al mundo pagano (Ver: http://es.catholic.net/santoral/articulo.php?id=683 (8-IX-2011). Ver: http://es.wikipedia.org/wiki/Natividad (8-IX-2011): El sistema que se utiliza actualmente fue inventado por el monje Dionisio el Exiguo, a quien el canciller Papal Bonifacio pidió que encontrara un sistema para calcular la fecha de la Pascua. Entonces, Dionisio decidió utilizar el nacimiento de Cristo como punto de referencia en vez del sistema que se utilizaba. Calculó erróneamente que Jesús nació el 25 de diciembre del año 753 AUC (ab urbe condita, desde la fundación de Roma), tomando entonces el año que apenas comenzaba, 754 AUC, como el año 1 D.C. Este sistema no fue aceptado en aquella época, aunque siglos después fue adoptado por varias poblaciones hasta convertirse en el sistema predeterminado de facto. La fecha del 25 de diciembre fue adoptada como la fecha de la Navidad, aunque no se sabe cómo Dionisio la calculó.
Mucho tiempo después, se descubrió que el sistema de Dionisio era inexacto, ya que había calculado erróneamente la fecha del nacimiento de Jesús. Dionisio estableció el año inicial de la era D.C. entre 5 y 7 años después del que debió haber sido, por lo que Jesús nació aproximadamente entre el año 5 y 7 a. C. El sistema no pudo ser alterado ya que la mayoría del mundo lo había adoptado, y hacer un cambio tan radical sería totalmente difícil.).


 Un testimonio particularmente interesante de conocer es el dado por la Peregrina Egeria: cuando ella visitó Jerusalén, hacia fines del siglo cuarto, la Navidad se observaba todavía como parte de la Epifanía el día 6 de enero, pero ya se daba mayor importancia al aspecto del nacimiento del Señor. Egeria describe de qué manera, en la víspera del 6 de Enero, el obispo, los sacerdotes, los monjes y el pueblo de Jerusalén, se trasladaban a Belén y hacían una estación solemne en la cueva de la Natividad. A la media noche, se organizaba una procesión que marchaba de regreso a Jerusalén mientras entonaba el oficio de la aurora. Después, durante el día, los cristianos volvían a reunirse para una celebración solemne de la Santa Eucaristía, que se iniciaba en la gran basílica de Constantino (el Martyriorí) y culminaba en la capilla de la Resurrección (la Anastasis). 
En el siglo sexto, las festividades que se llevaban a cabo en Jerusalén, fueron imitadas en Roma. A la hora "del canto del gallo", es decir después de la media noche, el Papa celebraba la misa en la Basílica Liberiana (Santa María la Mayor), a donde fueron trasladadas las supuestas reliquias del pesebre de madera donde estuvo recostado el Niño Jesús. Después del alba, marchaban los fieles en procesión hasta San Pedro donde el Papa cantaba la segunda misa. Entre la media noche y el alba, había otra celebración en la iglesia de Santa Anastasia, junto al Palatino. A mediados del siglo doce, comenzó a cantarse la tercera misa, la del día de Navidad, en Santa María la Mayor, debido a la gran distancia que había entre la basílica de San Pedro y la de Letrán, donde vivía el Papa por entonces. Este fue el origen de las tres misas que todo sacerdote debe celebrar en la Navidad.

Estas referencias históricas son interesantes para comprender de dónde vienen nuestras actuales celebraciones, el misterio que celebramos no es pertenencia nuestra, es de hombres y mujeres que a lo largo de muchos siglos han reconocido en Jesucristo a su Salvador, en ellos nos reconocemos nosotros, pues buscamos el mismo objetivo: alabar y bendecir a Dios Nuestro Padre porque en su Hijo Jesucristo ha derramado todo su amor para con nosotros al entregárnoslo como Redentor en nuestra propia carne.


DEDICACIÓN DE LA CATEDRAL BASÍLICA METROPOLITANA DE MANIZALES

CATEDRAL BASÍLICA METROPOLITADA DE MANIZALES



El 21 de diciembre se celebra la Dedicación de Nuestra Catedral de Manizales, terminada en 1939, cuenta con poco más de 80 años como signo de la fe de nuestro pueblo. Sea la ocasión para rogar por toda nuestra Iglesia particular, por el Señor Arzobispo, el clero, los bautizados, para que nuestra tierra goce más y más del amor a Jesucristo y crezca de día en día en el cumplimiento de su Santa Voluntad.


Padre Santo, que has permitido llegara a nuestra tierra el mensaje salvador tu Hijo Jesucristo y has consolidado la fe de estas gentes conformando una Iglesia Particular, bajo la guía de un sucesor de los Apóstoles, en comunión con la Sede de Pedro; te suplicamos continúes fortaleciendo el don de dicha fe en todos los bautizados de estas queridas tierras de Caldas, para que den testimonio de aquella luz que resplandeció en Belén y llenó de gozo el corazón de los pastores, como el de María y José.
Que al contemplar la grandeza de nuestra Catedral, en la conmemoración de su Dedicación, deseemos estar firmes - consolidados - magestuosos en el Amor a Tí y el prójimo a ejemplo de tu Divino Hijo, quien se entregó para darnos vida en abundancia. Que el Espíritu Santo ilumine la tarea del señor obispo en comunión con su clero, para el crecimiento coherente de todo el pueblo cristiano. 
Santa María, Madre Jesús, junto con san José, cuiden de todos estos hijos que estamos puestos bajo su amparo. Amén.


DICIEMBRE 18 - DOMINGO IV DE ADVIENTO

EL MODELO DE MARÍA

La cercanía de la Solemnidad de la Navidad nos motiva a dirigir la mirada a la mujer que estuvo necesariamente vinculada a dicho evento: MARÍA. Su experiencia nos ayuda a comprender la acción divina en nosotros y es a la vez una imagen para que nosotros sepamos cómo corresponder a la donación del Padre Dios.

Una afirmación teológica dice: TODO DE DIOS - TODO DEL HOMBRE, en la obra de la Encarnación, en la donación de la Gracia se realiza esta verdad. Nuestro Buen Padre todo lo obra, es el Todopoderoso, 'nada es imposible' para Él, pero su acción no se realiza en la intransigencia, su obrar siempre está en nuestro beneficio y respeta la condición de libertad en la que nos creó, por eso, de cierta manera, 'depende' de nosotros; no quiere actuar sin nuestra consentimiento. En la Anunciación se revela a Nuestra Señora el plan salvador pronto para ejecutarse, pero su SI es fundamental, acoge la llamada divina y es pronta como servidora para corresponder, su SÍ, es su todo, lo entrega todo para que la obra del Padre se lleve a cabo, acogiendo al Hijo de Dios en su vientre y dejando que sea el Espíritu Divino quien transforme su realidad.

¿Por qué María es tan dócil? Por ser la mujer que aguardaba al Señor, esperaba el cumplimiento de las promesas, no es ignorante ante lo que le dice el ángel, ella sólo pregunta por el modo de realización de un embarazo si ella no convivía con hombre alguno, apenas estaba comprometida para casarse con José.

Bajo el modelo de María, deseemos decirle al Padre Dios en todo instante: SÍ, SE CUMPLAN EN MÍ TUS PALABRAS, SE REALICE EN MÍ TU SANTO DESIGNIO, esto requerirá nuestra oración más frecuente, una comunión de vida más grande con el buen Señor y en esta sintonía nuestra vida encontrará su realización.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del segundo libro de Samuel (7,1-5.8b-12.14a.16):

Cuando el rey David se estableció en su palacio, y el Señor le dio la paz con todos los enemigos que le rodeaban, el rey dijo al profeta Natán: «Mira, yo estoy viviendo en casa de cedro, mientras el arca del Señor vive en una tienda.»
Natán respondió al rey: «Ve y haz cuanto piensas, pues el Señor está contigo.»
Pero aquella noche recibió Natán la siguiente palabra del Señor: «Ve y dile a mi siervo David: "Así dice el Señor: ¿Eres tú quien me va a construir una casa para que habite en ella? Yo te saqué de los apriscos, de andar tras las ovejas, para que fueras jefe de mi pueblo Israel. Yo estaré contigo en todas tus empresas, acabaré con tus enemigos, te haré famoso como a los más famosos de la tierra. Daré un puesto a Israel, mi pueblo, lo plantaré para que viva en él sin sobresaltos, y en adelante no permitiré que los malvados lo aflijan como antes, cuando nombré jueces para gobernar a mi pueblo Israel. Te pondré en paz con todos tus enemigos, y, además, el Señor te comunica que te dará una dinastía. Y, cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres, afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré su realeza. Yo seré para él padre, y él será para mí hijo. Tu casa y tu reino durarán por siempre en mí presencia; tu trono permanecerá por siempre.»

Palabra de Dios
Salmo
Sal 88,2-3.4-5.27.29

R/.
 Cantaré eternamente tus misericordias, Señor

Cantaré eternamente las misericordias del Señor,
anunciaré tu fidelidad por todas las edades.
Porque dije: «Tu misericordia es un edificio eterno,
más que el cielo has afianzado tu fidelidad.» R/.

«Sellé una alianza con mi elegido,
jurando a David, mi siervo:
"Te fundaré un linaje perpetuo,
edificaré tu trono para todas las edades."» R/.

Él me invocará: «Tú eres mi padre,
mi Dios, mi Roca salvadora.»
Le mantendré eternamente mi favor,
y mi alianza con él será estable. R/.
Segunda lectura
Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los Romanos (16,25-27):

Al que puede fortaleceros según el Evangelio que yo proclamo, predicando a Cristo Jesús, revelación del misterio mantenido en secreto durante siglos eternos y manifestado ahora en los escritos proféticos, dado a conocer por decreto del Dios eterno, para traer a todas las naciones a la obediencia de la fe al Dios, único sabio, por Jesucristo, la gloria por los siglos de los siglos. Amén.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Lucas (1,26-38):

En aquel tiempo, el ángel Gabriel fue enviado por Dios a una ciudad de Galilea llamada Nazaret, a una virgen desposada con un hombre llamado José, de la estirpe de David; la virgen se llamaba María.
El ángel, entrando en su presencia, dijo: «Alégrate, llena de gracia, el Señor está contigo.»
Ella se turbó ante estas palabras y se preguntaba qué saludo era aquél.
El ángel le dijo: «No temas, María, porque has encontrado gracia ante Dios. Concebirás en tu vientre y darás a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús. Será grande, se llamará Hijo del Altísimo, el Señor Dios le dará el trono de David, su padre, reinará sobre la casa de Jacob para siempre, y su reino no tendrá fin.»
Y María dijo al ángel: «¿Cómo será eso, pues no conozco a varón?»
El ángel le contestó: «El Espíritu Santo vendrá sobre ti, y la fuerza del Altísimo te cubrirá con su sombra; por eso el Santo que va a nacer se llamará Hijo de Dios. Ahí tienes a tu pariente Isabel, que, a pesar de su vejez, ha concebido un hijo, y ya está de seis meses la que llamaban estéril, porque para Dios nada hay imposible.»
María contestó: «Aquí está la esclava del Señor; hágase en mí según tu palabra.»
Y la dejó el ángel.

Palabra del Señor

miércoles, 14 de diciembre de 2011

NUESTRA SEÑORA DE GUADALUPE

¿NO ESTOY YO AQUÍ QUE SOY TU MADRE?

Cómo no poner un mensaje en torno a un gran regalo que el Padre Dios nos ha hecho a todos los Americanos en la Virgen María, que en su paso por nuestras tierras ha dejado su huella en la hermosa advocación de GUADALUPE. María se ha mostrado cercana con nuestros pueblos y bajo su manto sintámonos invitados a encontrar un refugio seguro y un aliento frecuente para conocer y amar más a Jesucristo, Nuestro Único Salvador.



Virgen Santísima de Guadalupe, Madre de Dios, Señora y Madre nuestra. Venos aquí postrados ante tu santa imagen, que nos dejaste estampada en la tilma de Juan Diego, como prenda de amor, bondad y misericordia. Aún siguen resonando las palabras que dijiste a Juan con inefable ternura: "Hijo mío queridísimo, Juan a quien amo como a un pequeñito y delicado," cuando radiante de hermosura te presentaste ante su vista en el cerro del Tepeyac.

Haz que merezcamos oír en el fondo del alma esas mismas palabras. Sí, eres nuestra Madre; la Madre de Dios es nuestra Madre, la mas tierna, la mas compasiva. Y para ser nuestra Madre y cobijarnos bajo el manto de tu protección te quedaste en tu imagen de Guadalupe.


Virgen Santísima de Guadalupe, muestra que eres nuestra Madre. Defiéndenos en las tentaciones, consuélanos en las tristezas, y ayúdanos en todas nuestras necesidades. En los peligros, en las enfermedades, en las persecuciones, en las amarguras, en los abandonos, en la hora de nuestra muerte, míranos con ojos compasivos y no te separes jamás de nosotros.

sábado, 10 de diciembre de 2011

DICIEMBRE 11 - DOMINGO III DE ADVIENTO

SIEMPRE ALEGRES EN EL SEÑOR

La película 'Ahora o Nunca' presenta el compartir de dos hombres mayores que en la vivencia común y diversa de la quimioterapia se proponen realizar 10 sueños antes de morir, conversando en la cúspide de una de las Pirámides egipcias uno de ellos le enseña al otro que en un mito egipcio sobre la muerte se habla que en dicho instante se hacen dos preguntas: ¿Fuiste feliz? ¿Hiciste a otros felices? Ciertamente la pregunta por la FELICIDAD es básica, pues ¿si no somos felices para qué vivir?

El Domingo III de Adviento puede ser una ocasión valiosa para reflexionar sobre este tema, sobre el sentido de la alegría, de la dicha, del gozo, de esto hablan las lecturas y por ello se llama DOMINGO DEL GAUDETE IN DOMINO (También es el título de una carta del Papa Pablo VI).

No es una alegría cualquiera la que proclama hoy la Palabra:
- Es la alegría del Profeta Isaías que como voz del pueblo cuenta que la relación esponsal ha sido restablecida, como en nuevas nupcias el pueblo se alegra por estar con su Señor, con su verdadero Amor, con quien leda la vida plena.
- San Pablo invita a los cristianos de Tesalónica a 'estar siempre alegres', ese es un signo de que se cree en la presencia del Resucitado.
- Nos unimos al canto de María en el Salmo; el Magnificat es el más bello canto de acción de gracias por la contemplación de las maravillas que Nuestro buen Padre ha obrado a través de ella.

Nosotros ¿somos felices con las cosas de Dios? ¿Nos entusiasma participar de la Eucaristía? ¿Nos anima leer la Sagrada Escritura? ¿Nos llena orar? ¿Me realizo al dar de lo mío al que lo necesita, sacrificando algo?????????? Son cuestionamientos que iluminan la búsqueda de la felicidad cristiana. Tendemos a hacer depender la alegría, la dicha de la Navidad por nuestros pasajeros sentimientos, quizás por las posesiones o comidas que tengamos en estos días. La Navidad es alegría siempre porque Jesús está entre nosotros y no nos desampara, la dicha de estos días no puede depender de nosotros, es alegría porque EL SEÑOR HA HECHO - HACE Y HARÁ OBRAS GRANDES.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

Palabra de Dios
Salmo
Lc 1,46-48.49-50.53-54

R/.
 Me alegro con mi Dios

Proclama mi alma la grandeza del Señor, 
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; 
porque ha mirado la humillación de su esclava. 
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R/.

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: 
su nombre es santo, 
y su misericordia llega a sus fieles 
de generación en generación. R/.

A los hambrientos los colma de bienes 
y a los ricos los despide vacíos. 
Auxilia a Israel, su siervo, 
acordándose de la misericordia. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. 
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» 
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.» 
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» 
El dijo: «No lo soy.» 
«¿Eres tú el Profeta?» 
Respondió: «No.» 
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» 
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» 
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

Palabra del Señor