PEREGRINO DE SANTIAGO

ALIENTOS PARA EL CAMINO

"Mi pasado Señor lo confío a tu misericordia,
mi presente a tu amor,
mi futuro a tu providencia"

sábado, 10 de diciembre de 2011

DICIEMBRE 11 - DOMINGO III DE ADVIENTO

SIEMPRE ALEGRES EN EL SEÑOR

La película 'Ahora o Nunca' presenta el compartir de dos hombres mayores que en la vivencia común y diversa de la quimioterapia se proponen realizar 10 sueños antes de morir, conversando en la cúspide de una de las Pirámides egipcias uno de ellos le enseña al otro que en un mito egipcio sobre la muerte se habla que en dicho instante se hacen dos preguntas: ¿Fuiste feliz? ¿Hiciste a otros felices? Ciertamente la pregunta por la FELICIDAD es básica, pues ¿si no somos felices para qué vivir?

El Domingo III de Adviento puede ser una ocasión valiosa para reflexionar sobre este tema, sobre el sentido de la alegría, de la dicha, del gozo, de esto hablan las lecturas y por ello se llama DOMINGO DEL GAUDETE IN DOMINO (También es el título de una carta del Papa Pablo VI).

No es una alegría cualquiera la que proclama hoy la Palabra:
- Es la alegría del Profeta Isaías que como voz del pueblo cuenta que la relación esponsal ha sido restablecida, como en nuevas nupcias el pueblo se alegra por estar con su Señor, con su verdadero Amor, con quien leda la vida plena.
- San Pablo invita a los cristianos de Tesalónica a 'estar siempre alegres', ese es un signo de que se cree en la presencia del Resucitado.
- Nos unimos al canto de María en el Salmo; el Magnificat es el más bello canto de acción de gracias por la contemplación de las maravillas que Nuestro buen Padre ha obrado a través de ella.

Nosotros ¿somos felices con las cosas de Dios? ¿Nos entusiasma participar de la Eucaristía? ¿Nos anima leer la Sagrada Escritura? ¿Nos llena orar? ¿Me realizo al dar de lo mío al que lo necesita, sacrificando algo?????????? Son cuestionamientos que iluminan la búsqueda de la felicidad cristiana. Tendemos a hacer depender la alegría, la dicha de la Navidad por nuestros pasajeros sentimientos, quizás por las posesiones o comidas que tengamos en estos días. La Navidad es alegría siempre porque Jesús está entre nosotros y no nos desampara, la dicha de estos días no puede depender de nosotros, es alegría porque EL SEÑOR HA HECHO - HACE Y HARÁ OBRAS GRANDES.


LITURGIA DE LA PALABRA

Primera lectura
Lectura del libro de Isaías (61,1-2a.10-11):

El Espíritu del Señor está sobre mí, porque el Señor me ha ungido. Me ha enviado para dar la buena noticia a los que sufren, para vendar los corazones desgarrados, para proclamar la amnistía a los cautivos, y a los prisioneros la libertad, para proclamar el año de gracia del Señor. Desbordo de gozo con el Señor, y me alegro con mi Dios: porque me ha vestido un traje de gala y me ha envuelto en un manto de triunfo, como novio que se pone la corona, o novia que se adorna con sus joyas. Como el suelo echa sus brotes, como un jardín hace brotar sus semillas, así el Señor hará brotar la justicia y los himnos ante todos los pueblos.

Palabra de Dios
Salmo
Lc 1,46-48.49-50.53-54

R/.
 Me alegro con mi Dios

Proclama mi alma la grandeza del Señor, 
se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; 
porque ha mirado la humillación de su esclava. 
Desde ahora me felicitarán todas las generaciones. R/.

Porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí: 
su nombre es santo, 
y su misericordia llega a sus fieles 
de generación en generación. R/.

A los hambrientos los colma de bienes 
y a los ricos los despide vacíos. 
Auxilia a Israel, su siervo, 
acordándose de la misericordia. R/.
Segunda lectura
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Tesalonicenses (5,16-24):

Estad siempre alegres. Sed constantes en orar. Dad gracias en toda ocasión: ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros. No apaguéis el espíritu, no despreciéis el don de profecía; sino examinadlo todo, quedándoos con lo bueno. Guardaos de toda forma de maldad. Que el mismo Dios de la paz os consagre totalmente, y que todo vuestro espíritu, alma y cuerpo, sea custodiado sin reproche hasta la venida de nuestro Señor Jesucristo. El que os ha llamado es fiel y cumplirá sus promesas.

Palabra de Dios
Evangelio
Lectura del santo evangelio según san Juan (1,6-8.19-28):

Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: éste venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz. 
Y éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan, a que le preguntaran: «¿Tú quién eres?» 
Él confesó sin reservas: «Yo no soy el Mesías.» 
Le preguntaron: «¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» 
El dijo: «No lo soy.» 
«¿Eres tú el Profeta?» 
Respondió: «No.» 
Y le dijeron: «¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» 
Él contestó: «Yo soy la voz que grita en el desierto: "Allanad el camino del Señor", como dijo el profeta Isaías.»
Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: «Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» 
Juan les respondió: «Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.»
Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando.

Palabra del Señor

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